miércoles, 4 de noviembre de 2009
20 años / 20 ciudades
jueves, 30 de abril de 2009
Los Actos del Poeta (3ra. parte)
-Ven, caminemos...
Se dirigen hacia el rió de gente, se sumergen. La luz de los faros y de los puestos ilumina sus cabezas. La multitud los ahoga y forman parte ya de este hambriento cuerpo. Un total silencio entre los dos. Ojala no te quedes con Mariano. No lo hagas. Déjalo ya, corre hacía tu Iván, si es necesario hazlo ahora mismo. Su Iván, el que tanto la soporto, la escucho, la cuido. El que en silencio pensaba en ella. Ese es el camino. Tiene que seguir sola. Mariano no es un buen hombre. Un matrimonio infeliz lo orillaba a buscar a Karla, por que ella es vida. Todo es luz en ella. Sus poses, sus ademanes, tu absoluta lealtad...
-¿Qué dices?.
-Nada...
-¿Qué escribes, poeta?.
-Nada...
-Te he visto escribir mientras yo veía esas pulseras, y te escuche hablar en voz muy baja...
-Estaba escribiéndote una oración y luego la repetí.
Cruzan la calle y se paran frente a la iglesia.
-¿Entramos?.
-¡Como crees! Yo ya no creo en Dios.
-Por favor, fuiste a escuela de monjas...
-No creo en Dios, pero creo en los milagros. Y en la virgen de Guadalupe y en Jesús de Medinacelli...pero tiene mucho que yo entre a una iglesia. La ultima vez fue cuando murió el abuelo...
-Mejor cállate...entremos.
Había misa. El sacerdote los vio entrar. El monaguillo observa a Karla, después a Rene. Sus ojos se posan definitivamente en Rene. La mirada de Rene se pierde entre los altares, los santos, los latones, las estampas, las veladoras. Piensa en la fe de todos aquellos que día a día piden plegarias por un bien. Eso es fortuna. Eso es credo y felicidad, una desesperada esperanza. En la desdicha de lanzar ruegos al cielo. Y ellos son dichosos. Se tiene el uno al otro. Comparten todo(casi). Solo les falta un poco de amor. Y no el amor familiar, el amor filial. Es el amor de decisión, el de poder cambiar las cosas, el de sentir cosquillas. Se toman de nuevo de las manos y el la besa en la mejilla.
Elizabeth esta con un rosario entre sus dedos. Sus rodillas reposan en el piso de su cuarto. Las lagrimas están secas en su rostro, y brillan con la luz de la lámpara.
-Padre nuestro que estas en los cielos...
Recuerda a su hijo de pie junto a ella.
Recuerda a su hija llorando en las escaleras.
Recuerda a su hermana, abrazadas ambas antes de emprender el viaje definitivo.
Recuerda a Rene padre junto a la tumba de sus padres.
Todo es silencio. Su voz impone en el cuarto. Respira tranquila con cierto dolor, necesitamos paz, mucha paz.
Karla se levanta de su cama. ¡Dios, que hora es! ¡Las dos! Ni modo, no podía darme el lujo de dormir. Se incorpora y recoge los lentes del suelo. Ve la pantalla de la computadora aún en el trabajo, exactamente en la pagina 46.
domingo, 15 de febrero de 2009
La Frase de la Semana # 2
La vida es una obra de teatro que no permite ensayos...
Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida...
Antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.
jueves, 12 de febrero de 2009
Los Acotos del Poeta (Segunda Parte)
-Esa noche también llovió...Dios solo sabe lo que hizo.
Karla y Rene pasean por Coyoacán. Sus manos van entrelazadas. Risueña como siempre, bromea con su hermano. Y así, en la noche esta todo lo que le aman. Ya que las estrellas, los edificios, la gente, los perros, los vendedores de elotes y esquites, los hippies, el café humeante, los algodones de azúcar, las pulseras de madera, las suelas de los tenis...los carros lujosos, el disco de moda, ropa confortable, el ultimo poema, las flores que cuelgan del brazo de la anciana, el cielo nublado, las veladoras en busca de esperanza, la canción que suena de fondo, el idilio de un amor, el anillo de compromiso de la joven pareja que camina atrás de ellos, la cicatriz en la cabeza de Rene, la operación de anginas de Karla...y el piso de piedra que los ha visto innumerables veces, así como los ha atendido el joven provinciano del “Café Jarocho”, y van al mercado y se arremolinan junto a las quesadillas y disfrutan; disfrutan todo, por que son afortunados, dichosos, del placer de vivir. Y sienten lastima por todos aquellos que no viven lo mismo. Pero esos infortunados también se aferran a su existencia. Sí, por que por más hambre que tengan, más frió del que protegerse, más dinero que conseguir, más obstáculos que afrontar, viven con la misma intensidad. El mundo de los desdichados(los que no van de compras, los que no tienen tres comidas al día, los que solo tienen para sus pasajes, que viven amontonados en un mismo cuarto, que soportan los desaires...) y el mundo de los afortunados(los que visten mejor, los que sonríen, los que comen mejor, los que leen, los que toman un café caliente en las mañanas, que viven en familia...) es el mismo mundo donde batallan con sus actos, sus demonios y las alegrías. Todos tiene derecho a la misma existencia. A la vida. Aquí esta lo que todos aman. El frenesí de las calles, el golpeteo de los zapatos, las sonrisas y las muecas. Aquí esta la vida.
-¡Te pasas!¿Qué nunca te para la boca?¿De donde sacas tanta tontería?.
-De ti¡¡¡.
-Baboso(se ríe, incluso de forma mortal)Y como esta Claudia?¿Ira contigo a bailar?.
-Ella esta bien. Mejor que bien. Ya no se va a casar.
-¡¿cómo crees?!.
-Sí...prefiere el dinero al amor, se ira a Madrid. Será estupendo.
-Mmm.
-Mmm.
-...y bien ¿qué vas a hacer hermana?.
-No lo se. Esta relación me esta cansando. Alguien a quien quiero mucho regreso...estoy en disposición de hablar con el. No me importa que pase con Mariano, lo quiero, pero no es suficiente.
-¿Iván?¿Iván regreso?
-Sí, el mismo y la verdad creo que tomare una decisión, tu sabes lo que siempre sentí por el. Pienso en el cuando estoy con Mariano. Cada vez que me abraza. Cada vez que me besa. Cada vez que me toma de la mano y nos abrazamos y siento su débil corazón, solo pienso en Iván. Solo que no se sí el piense lo mismo de mí...
domingo, 8 de febrero de 2009
La Frase de la Semana
Lo que somos ahora es el resultado de las
condiciones de nuestro pasado.Lo que seremos en el futuro estará determinado
por las condiciones del presente
Los Actos del Poeta (Primera Parte)
Dedicado: a todas las mujeres de mi vida.
“...y nosotros olvidamos el pasado,
pero el pasado no nos ha olvidado a nosotros”.
Paul Thomas Anderson.
“Una plegaria para los salvajes de corazón,
que están enjaulados”.
Tennessee Williams
Por: Guillermo Moreno
La luz esta apagada. Y el único sonido existente en ese espacio es el silencio. Hace frió, mucho frío. El dolor es insoportable. Un rayo de luz entra por la ventana y la noche, danzante como siempre, vuela por las calles, mientras el pavimento húmedo refleja las luces que caen agonizantes, dejando su ultimo halo de vida en el cemento.
Karla esta en su cuarto. Lleva horas escribiendo en su computadora, tratando de darle coherencia a su ensayo sobre García Lorca. Si el no estuviera perdido como siempre, le ayudaría. Pero el se aparece cuando quiere. Deja de teclear, y posa sus ojos negros, redondos, calmados sobre la pantalla. Lee una y otra vez. Ella quería eso, no más. Sencillez, redondez, humanidad. Se quita los lentes y los pone sobre la cama que esta junto a ella. Se descalza y reposa los pies sobre sus huaraches.
“El amor no es dolor, porque el amor es quitar el dolor”. Lo dice en voz alta, con demasiada seriedad. Como si el maestro estuviera presente; recoge su cabellera y la acomoda con una pinza. Su belleza particular es lo que tanto atrae a los demás. Su hermano la protege. Sigue haciéndolo, aún después de todo. Platican muy seguido y se pelean constantemente. Él ya no vive aquí. Lo extraña. Fue el único que la apoyo cuando sus padres le dieron la espalda.
Solo le dijo que tuviera mucho cuidado. Pero que si ese hijo de puta le hacia algo que (a el) no le gustara, sufriría las consecuencias. Y el nunca estuvo de acuerdo. Nunca. Pero jamás se lo menciono. El la escuchaba llorar en las noches, esas noches dolorosas como hoy, tan distantes, pero tan cercanas. Tan palpables como el latido de un corazón lastimado. Tan cierto como el amor. Y escuchaba como susurraba su nombre en voz alta, muy alta.
Rene esta sentado en la sala. O mejor dicho, en el piso, sobre esa alfombra, que varias veces le sirve de cobija, no solo a el. Sino a todas las animas que lo acompañan. A todas esas culpas que lo persiguen. A todo lo que no hizo. Su mirada se dirige hacia la ventana. Extraña a su hermana. Cuando la recuerda, le duele todo su cuerpo. El espacio que lo rodea, la sangre que lo cubre, el aire que entra en el, las lagrimas que fluyen de el. Todo duele. Y más el corazón.
Y el se pierde por la oscuridad. Solo el ve la noche, las luces de las calles, los ruidos tenebrosos, las estrellas. Ya son más de las diez. Ya es hora. Ya es hora de que los hijos regresen a casa después de un día de escuela. Ya es hora de que los maridos regresen a besar a sus mujeres, que en el día están solas en espera de algo mejor. Ya es hora de que la madre se acomode en su lugar y estática, llena de toda vida(creadora) solo piense en sus pendientes del día siguiente.
Si, ya es hora de pedir perdón. Dejar de arrastrar los pecados, mientras las heridas se abren de nuevo cuando cortamos las punzantes cadenas, que nos aprietan las muñecas llenas de sangre. Y el sufrimiento, el interminable sufrimiento, sigue presente. Como el sufrimiento de ya no estar más con ella. Ahora tiene más tiempo de leer, ir al centro, ver películas. Ser libre, disponer de una nueva condición. Extraña a su madre. También a su padre. Su madre, siempre con la sonrisa picara en los labios y una condición que recuerda que no todo es tristeza en la vida. Pero que después de todo(lo que paso) hay que tener fe en Dios, en la vida, en el infinito amor. Y si, lo extraña. Sigue llorando en las noches cuando lo recuerda.
Y el padre, el sabio, el inamovible, el estoico, el sereno. No puede evitarlo. Y lo recuerda. Y la ultima expresión que vio en su hijo fue la de un niño. Como ese día que fueron al zoológico en donde Rene perdió su pequeño carro de plástico y lloro todo el día. El padre al ver su rostro de absoluta tristeza, lo abraza y lo besa. Lo acomoda en su regazo, mientras sus lagrimas caen al suelo seco y forman parte de todo lo que les rodea. Plantas, flores, animales, mierda. Y esas lagrimas se evaporan formando parte del cielo que los observa. Y cuando ya no puedan más, esas lagrimas, caerán en forma de lluvia que los mojara como cuando fueron lagrimas y mojaban el regazo del padre.
Es noche, noche dolorosa. Noche perpetúa. Tiene ganas de llorar. Pero el ya no puede más. Ya tomo su ultima decisión, se ira. No más visitas a Karla, los padres y amigos. Por fin se ira. No se humanizara de nuevo. No. No sufrirá más. Todo tiene un precio.............